martes, 30 de septiembre de 2014

Las mascotas de los antiguos egipcios

Buenas tardes, lectores. En la entrada de hoy os voy a hablar sobre los animales que tuvieron como mascotas los antiguos egipcios, y que formaban parte de su vida cotidiana (e incluso funeraria), al igual que hoy en día.

Animales de compañía en el antiguo Egipto
Los egipcios destacaron por el afecto que demostraron a sus animales de compañía y por la variedad de estos, pues aunque todo el mundo asocie al gato con el antiguo Egipto, también tuvieron perros o monos como mascotas.
Herodoto nos dejó escrito el dolor que sentían los egipcios cuando alguna de estas mascotas moría: cuando era un minino el que fallecía, los habitantes de la casa se depilaban las cejas en señal de duelo; si el que moría era un perro, se afeitaban todo el cuerpo, incluida la cabeza.
La creencia en que las imágenes tenían un poder mágico les llevó a representarse en las pinturas de sus tumbas con sus peludos amigos, creyendo que así seguirían gozando de su compañía en la vida eterna. Al mismo tiempo, esto ha supuesto una fuente de información para los historiadores acerca de las características de las especies y razas de estos animales, sobre su domesticación e, incluso, sobre las prácticas veterinarias.

Perros
En egipcio iu o también tyesem. Los pintores egipcios dejaron en las tumbas representaciones, con todo detalle, de las diferentes especies y razas: pelajes manchados o uniformes, de orejas grandes y caídas o bien puntiagudas y rectas, pequeños o grandes y fieros. Entre estos últimos destaca el lebrero, de hocico alargado, patas largas y delgadas y rabo curvado; eran usados para la caza en el desierto, dando caza a leones, antílopes, etc.
Al estar domesticados, se les permitía andar por la casa, siempre en contacto con sus cuidadores, incluso llevaban collares y correas, con las que sus dueños les sujetaban.
Muchos egipcios incluyeron en sus estelas funerarias el nombre de sus perros. De modo que nos han llegado ejemplos como: "Buen vigilante", "Ladrador" u "Orejas puntiagudas". 

Distintas razas de perros egipcios
Monos
Los monos (ky en egipcio) y babuinos (ian) aparecen también representados en las tumbas como mascotas: trepan a higueras o palmeras para recolectar los frutos más altos, se acomodan bajo la silla de sus amos, adornados con collares o brazaletes, o divirtiendo a la gente con sus "monerías". Este afecto por los monos viene ya del Reino Antiguo, teniendo acceso a la casa y conviviendo con el resto de mascotas.
Sorprendentemente, los monos incluso eran usados por los policías, (los medyais o medjais, originariamente nubios). Estos policías sujetaban con correas a los monos durante los mercados o reuniones de mucha gente.
Ostracón con dibujo de un mono con correa.
Gatos
Denominados miu por los antiguos egipcios, los gatos (felis libyca) fueron domesticados ya durante el II milenio a.C.
El gran aprecio que los egipcios sentían por este animal estuvo motivado por el hecho de que cazaban a los roedores que se comían las reservas de comida de los graneros y espantaban a las serpientes y otras alimañas no deseadas de los hogares, convirtiéndose los felinos en un huésped más de las casas. Esta protección que brindaban a sus hogares se reflejó en la religión, al convertir a la diosa gata Bastet en protectora del hogar y la familia; era habitual que hubiera una estatuilla suya en los pequeños altares de las casas.
Al igual que en los casos anteriores, a los egipcios les gustaba poner adornos, como collares o incluso aros, a sus gatos. Y también les ponían nombre, siendo uno de los más populares para las hembras el de Tamit (la gata).
Era habitual que los gatos acompañaran a sus amos en las cacerías por el Nilo, para espantar a las bandadas de pájaros, que eran abatidas por sus amos.
Gato de la tumba de Nebamón.
La convivencia con estas mascotas, al igual que en la actualidad, creaba unos vínculos afectivos hacia estos animalitos que llegaban, incluso, hasta la otra vida. El deseo de los egipcios por seguir disfrutando en la eternidad de la compañía de estos amigos les llevó a momificarlos cuando fallecían, de manera similar a como se hacía con los humanos. Incluso tenían sus propios sarcófagos, para ser enterrados junto a sus dueños.
También podían momificarse animales que servirían de alimento al difunto (peces y patos) o como ofrendas votivas (animales sagrados como cocodrilos, gatos o ibis).
Ibis
Papiro Kahun
En el llamado papiro Kahun (de la dinastía XII, hallado por Flinders Petrie en el-Fayum durante el siglo XIX) aparecen todo tipo de tratamientos veterinarios: cura de resfriados y fracturas, castraciones, cauterizaciones, etc. Por lo que este papiro se considera el primer tratado de veterinaria de la Historia que ha llegado hasta nosotros. 
Además, el estudio de las momias animales indica que las mascotas recibieron cuidados atentos en vida: tenían el pelo brillante y huesos fuertes, señal de una buena alimentación.

Bibliografía: 
- CORDÓN I SOLÁ-SAGALÉS, Irene. "Los animales de compañía en el Antiguo Egipto". Historia National Geographic. 2012,  nº 101, pp. 22-25.
- ESTRADA, Fernando. "El gato, dios y mascota en el Antiguo Egipto". Historia National Geographic. 2008, nº 57, pp. 26-30.


2 comentarios:

  1. Enhorabuena por tu blog, lo encuentro realmente interesante y agradezco seguir aprendiendo cosas sobre tan fascinante civilización.

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    1. Muchas gracias, Gonzalo. Me alegro de que te guste el blog ;) un abrazo.

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