Buenos días, amigos. En la entrada de hoy os traigo un artículo relacionado con el fascinante mundo de la momificación:
Los vasos canopos
Cuando un antiguo egipcio fallecía, comenzaba el viaje más importante que realizaría nunca: el viaje a la otra vida, donde viviría eternamente junto a Osiris, disfrutando de los placeres del paraíso egipcio, los llamados campos de Iaru. Pero esto solo sería así si antes el difunto salía con éxito de una serie de pruebas.
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El paraíso egipcio era una copia del propio Egipto |
Dentro del proceso para alcanzar esta meta estaba la momificación del cuerpo. Sin la preservación de este, el antiguo egipcio no podía aspirar a la eternidad.
De alguna manera, los antiguos embalsamadores sabían que debían sacar los órganos del fallecido para favorecer su conservación. Sin embargo, no extraían todos; sólo los que consideraban más importantes. Estos eran momificados de manera similar al cuerpo e introducidos en cuatro jarras, llamadas vasos canopos.
Estos recipientes son mencionados por primera vez en los famosos Textos de las pirámides y se los llama amigos del rey, porque ayudaban a este a ascender al cielo. En esta etapa de la historia de Egipto, el Reino Antiguo, los egipcios pensaban que sólo el faraón ascendía a las estrellas, mientras que el resto de sus súbditos iban al reino de Osiris. La momificación, además, estaba aún poco extendida. Pero todo esto cambiaría tras el Primer Periodo Intermedio y el Reino Medio: la momificación se extendió al resto de la sociedad (siempre que pudieran pagarla) y todos, rey y súbditos, tuvieron el reino de Osiris como destino final.
Evolución de los vasos canopos
El primer indicio de estos vasos se halló en el ajuar de
la reina Hetepheres, madre del famoso Keops, donde se encontró una caja
con cuatro compartimentos que contenían restos de natrón y de órganos.
Durante el Primer Periodo Intermedio ya aparecen no como una caja con compartimentos, sino como vasos con cabeza humana, dentro de los cuales se guardaban los órganos.
Su uso se generalizó durante el Reino Medio, pero no será hasta la dinastía XIX del Reino Nuevo cuando los vasos canopos adquieran la apariencia por la que solemos conocerlos, es decir, con cuatro cabezas distintas; cada una se corresponde con uno de los hijos de Horus.
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vasos canopos con las 4 cabezas distintas haciendo de tapa. Fuente: egiptoforo. |
A partir de la dinastía XXI vuelve a haber un cambio, pues aunque los órganos se seguirán momificando ya no se introducen en los vasos canopos, sino que se vuelven a meter dentro del cuerpo del fallecido. No obstante, los vasos se seguirán fabricando hasta la época romana, manteniendo su valor simbólico, si bien se componen de una pieza única, sin nada dentro.
Los vasos se fabricaban en diferentes materiales, dependiendo de cuánto pudiera gastar su dueño: alabastro (como los de Tutankhamón), piedra caliza, barro o cerámica. Obviamente, los más lujosos serían los del faraón y su familia.
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Los vasos canopos de Tutankhamón (dinastía XVIII) tienen como tapa una representación del propio rey. Fuente: historiayarqueología.com |
Los hijos de Horus, guardianes de los órganos
Como ya he dicho, fue en la dinastía XIX cuando adquieren las características cuatro cabezas distintas. Cada vaso, además, estaba protegido por una diosa: Isis, Neftis, Selket y Neit,
y debían estar orientados, ritualmente, hacia los cuatro puntos
cardinales.
Estos son los nombres de los distintos hijos de Horus y los órganos que guardaban:
- Imset (o Amset): tiene cabeza humana, estaba consagrado a la diosa Isis y contenía el hígado. Se colocaba hacia el sur.
- Hapy: (no confundir con el dios del Nilo), tenía cabeza de babuino, consagrado a la diosa Neftis y contenía los pulmones. Se orientaba hacia el norte.
- Duamutef: con cabeza de chacal,
estaba bajo la protección de Neit y guardaba el estómago del difunto. Se
orientaba hacia el este.
- Kebesenuf: Tenía cabeza de halcón, lo protegía la diosa escorpión Selket y guardaba los intestinos. Se encontraba
orientado hacia el oeste.
Los riñones se dejaban dentro, sin momificar, pues los egipcios no los consideraban importantes. En cuanto al cerebro, tampoco se le consideraba un órgano importante, de modo que era extraído por la nariz con un gancho. Para los egipcios era el corazón el que pensaba. En cuanto a este último, dado que guardaba una vital importancia para el momento del Juicio de Osiris, había que preservarlo, de modo que también se momificaba, pero se volvía a introducir en el cuerpo del difunto.
¿Por qué se llaman vasos canopos?
En el siglo XVII, el sacerdote jesuíta Athanasius Kircher (que intentó descifrar sin éxito los jeroglíficos egipcios) identificó estas jarras, concretamente la de cabeza humana, con el timonel de Menelao, de nombre Canopo, que se creía que había muerto trágicamente y había sido sepultado en la ciudad de Canopus, en el delta noroccidental del Nilo, y que allí había sido venerado en
forma de un vaso o jarro.
A pesar de ser una equivocación, pues obviamente no tienen nada que ver con este personaje ficticio de la obra de Homero, los primeros egiptólogos siguieron llamándolos así, de modo que hoy en día seguimos refiriéndonos a estos recipientes funerarios como vasos canopos.
bibliografía y webgrafía:
-Los vasos canopos. Egiptomanía. Barcelona: Planeta DeAgostini, 1997, volumen 2, pp. 446-447.
-http://www.egiptoforo.com/antiguo/Vasos_Canopes_-_Religion_egipcia. (consulta: 7 febrero 2015)