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martes, 10 de septiembre de 2019

El mito del Egipto negro. 3ª parte: ¿Quiénes eran los egipcios?

Para finalizar esta serie de entradas sobre el mito del Egipto negro defendido por el afrocentrismo, vamos a hablar en esta última entrada de qué era ser egipcio. Ya hemos visto cómo podían ser los egipcios en cuanto a su aspecto físico, y cómo este se ha malinterpretado (intencionadamente o no). Pero, ¿qué diferenciaba a un egipcio de un extranjero? ¿Era solo su aspecto físico? 
¿Quiénes eran los egipcios? 
Los egipcios antiguos se consideraban los únicos habitantes del Orden, o Maat, frente al Caos que se extendía tras las fronteras de Egipto. Gracias al faraón, este Caos no entraba en su tierra, mediante el culto a los dioses y las guerras. Estas mantenían a raya a los enemigos, al mismo tiempo que expandían el imperio egipcio, especialmente durante el Reino Nuevo.
La xenofobia hacia el extranjero que vive en el Caos, y que siempre amenaza con destruir el Orden egipcio, era ampliamente representada en la iconografía oficial: muros de templos y palacios, mobiliario, incluso en las sandalias del rey, o en los bastones en que Tutankhamón se apoyaba. 
Los enemigos eran simbólicamente pisoteados al caminar. Sandalias de Tutankhamón
Los enemigos de Egipto, conocidos como los nueve arcos desde el Reino Antiguo, eran vistos como grupos de seres miserables, traicioneros, cobardes y caóticos. Así son representados en los templos, derrotados frente al poderoso faraón y su ejército.
El faraón ejecuta prisioneros libios
Sin embargo, por otro lado, debido a su situación geográfica Egipto siempre fue un punto de contacto con gentes venidas de África, Oriente y Europa. Estos intercambios no solo fueron comerciales y culturales, sino que también habría habido una mezcla genética, en mayor o menor medida, según la época.
En esa dicotomía tan propia de los egipcios, vemos que el extranjero que estaba dispuesto a dejar el Caos y "egiptizarse", pasaba a ser un habitante más de la tierra de Kemet, Egipto.
Asiáticos, con barbas y ropas de colores, entrando en Egipto. Tumba de Knumhotep en Beni Hassan
Los egipcios se definían a sí mismos por habitar el valle del Nilo, hablar una lengua específica y compartir una cultura particular; todo aquel que compartiera esos rasgos y se declarara súbdito del faraón era considerado egipcio.
"Gentes del valle del Nilo", J.M. Parra
Como vimos en la anterior entrada, los egipcios no solo se diferenciaban de sus vecinos, sino que entre ellos mismos sabían que había nuevamente una dicotomía: más mediterráneos al norte, más oscuros al sur. Por tanto, para ellos el ser egipcio no era tener una apariencia física determinada, sino hablar egipcio, adorar a unos mismos dioses y servir al faraón.
Pese a lo que nos muestra la iconografía oficial, el trato al extranjero como individuo, y no como parte de esa masa caótica que amenazaba Egipto, podía ser cordial cuando venía a comerciar o a asentarse pacíficamente en Egipto. Como en tantas otras cosas, los egipcios no veían en esto una contradicción.
Nubios representados en la tumba TT40 de Amenhotep Huy, virrey de Kush
Se sabe que los nubios fueron especialmente valorados como arqueros en el ejército egipcio, y como policías. Los libios también lucharon como soldados del ejército del faraón, y trabajaron en labores de producción, en el cultivo de los campos, y como artesanos.  
Varios personajes importantes fueron extranjeros o de ascendencia no egipcia, como el propio suegro de Amenhotep III, Yuya, que sería de origen asiático, lo cual no les impedía llegar a puestos tan importantes como el de visir. Además, a la Casa jeneret (más conocida como harén) llegaban princesas y sirvientes de diversas partes: Nubia, Siria, Mitanni, el país de los hititas, Babilonia, etc. De estas regiones llegaban también los hijos cautivos de reyes para educarse en el Kap, una especie de colegio que había en palacio, donde se egiptizaban y aprendían la escritura jeroglífica, junto a los hijos del rey y de algunos nobles.

Conclusiones:
Cleopatra. Piero di Cosimo (s. XVI)
La imagen que la mayoría tiene sobre cómo era un antiguo egipcio nos ha llegado muchas veces a través del cine (principalmente estadounidense), y el arte.
Además, aunque sean muchas las momias conservadas de los antiguos egipcios, el mismo proceso de momificación no nos permite ver como sería realmente el color de su piel, y los estudios para desentrañar este misterio suelen ser complejos y costosos, y no siempre exitosos. 
Si a esto le añadimos el racismo propio de las corrientes historiográficas de siglos pasados, ya sean eurocentristas o afrocentrista (pues al final pecan de lo mismo), tenemos como resultado una tergiversación de la realidad histórica, en beneficio de las ideologías de cada uno. 
El público general que no profundiza para intentar averiguar algo más se queda en la superficie, y defiende que los egipcios eran negros, o blancos y rubios, cual estrella de los años dorados de Hollywood, según sus gustos (o su propio color de piel), cuando simplemente deberíamos mirar el arte egipcio para ver cómo eran representadas estas personas.
Elizabeth Taylor en "Cleopatra" (1963)
La cultura egipcia es una cultura africana, no europea [...]. En África a partir del Neolítico se forman distintos grupos raciales: négridos en la zona ecuatorial, y mediterránidos en la zona norte, en contacto entre ellos. [...]los egipcios los tendríamos que clasificar en el ámbito de los mediterránidos y, por tanto, tendrían una cierta relación con las poblaciones mediterránidas. [...]¿Cómo sería un egipcio antiguo? Un egipcio del delta sería relativamente parecido a un bereber del norte de África, y conforme se bajara por el valle del Nilo y se llegara a Nubia, la población sería más oscura de piel [...]. El acervo cultural africano está presente en la cultura egipcia, sin ninguna duda, pero esto no quiere decir que los egipcios fueran negros, si entendemos por negros la actual raza négrida del África ecuatorial.
Josep Cervelló, curso Egiptología Coursera 
Con esta serie de artículos he intentado resolver en la medida de mis posibilidades este interrogante, gracias a las fuentes históricas y los conocimientos de los profesionales, que es la única manera de poder llegar a desentrañar la verdad, sea la que sea.
Desde los mismos inicios de la civilización egipcia encontramos varios grupos humanos que han llegado al valle del Nilo y, por lo tanto, podemos hablar de mezclas. [...] La sociedad egipcia no es tan pura como pudiéramos pensar. Ha habido una interacción con otros pueblos, incluidos griegos y romanos de todas partes del imperio. Por tanto, la población ofrece un bellísimo atractivo por su diversidad.
José Lull, curso Egiptología Coursera.
Rahotep y Nofret. Foto: Isabel Cubas
Bibliografía y webgrafía:
-REDFORD, Donald B. (2005): De esclavo a faraón. Los faraones negros de la XXV dinastía. Ed. Crítica. España, Barcelona.
-PARRA, J.M. (2003): Gentes del valle del Nilo. Ed. Complutense. España, Madrid.
-GONZÁLEZ-TABLAS NIETO, J. La interacción entre egipcios y nubios a finales del reino medio: del topos a la vida cotidiana. El Futuro del Pasado. 2011, nº 2, pp. 117-130.
-HORACIO GERVÁN, H. Introducción e integración de extranjeros en el Egipto del Reino Nuevo: una aproximación cuantitativa  a los Anales de Tutmosis III. Anuario de la Escuela de Historia Virtual. 2014, N° 5, pp. 1-22.
-https://www.youtube.com/watch?v=6oUr3Zrpj0k&t=1s
-https://www.youtube.com/watch?v=s37MMoRYKjE&t=7006s

jueves, 5 de septiembre de 2019

El mito del Egipto negro. 2ª parte: ¿Cómo eran los egipcios?

Como veíamos en la primera parte, mucho se discute sobre la apariencia de los antiguos egipcios. Pero para intentar hacernos una idea de cómo eran debemos basarnos en las fuentes históricas, y no en la tendencia a lo políticamente correcto que vivimos en nuestros días, o en ideologías políticas que manipulan los datos en su beneficio.
Herodoto de Halicarnaso. Wikipedia
¿Qué dice Herodoto?
Los afrocentristas se basan en su supuesta descripción de los  antiguos egipcios para defender el mito de un Egipto negro. Lo analizaremos más abajo. 
Herodoto nos habla sobre el Egipto del siglo V a.C. en el libro II de su obra Historia, dedicado a la muse Euterpe. 
C. Los mismos sacerdotes me iban leyendo en un libro el catálogo de nombres de 330 reyes posteriores a Menes. En tan larga serie de tantas generaciones se contaban 18 reyes etíopes, una reina egipcia y los demás reyes egipcios también.
Herodoto diferencia aquí entre etíopes (Αἰθίοψ, rostros quemados, la palabra griega para negro) y egipcios. Los nubios, por cierto, eran conocidos por los egipcios, entre otras formas, como nehesu (nehesy, en singular), que significa bronceados o quemados, de igual manera que Αἰθίοψ.
Estos etíopes vivían al sur de Elefantina, es decir, en la antigua Nubia. 
Al sur de Elefantina, el país es habitado por etíopes [...]. La otra mitad es ocupada por los egipcios.
Por tanto, vemos que Herodoto no incluye a los egipcios dentro del grupo de los etíopes, que no se refiere al país, sino a las personas negras.
A continuación nos habla de un rey egipcio llamado Sesostris, que llegó a conquistar zonas de Europa, domando a escitas y tracios. ¿Dónde vivían estos pueblos? Los historiadores grecolatinos de la Antigüedad situaban Escitia en la costa norte del mar Negro, las llanuras del Cáucaso y en la zona al norte del mar Caspio. Por otro lado, los griegos situaban Tracia en la región actualmente dividida entre Grecia, Bulgaria y Turquía. 
Así se entiende que Herodoto pudiera llegar a creer que los habitantes de la Cólquida descendían de los egipcios de ese supuesto ejército, algunos de cuyos miembros se habrían establecido cerca del río Fasis, el actual Río Rioni, en Georgia. Es en este país donde estaba la Cólquida, donde además situaban los griegos antiguos el mito del vellocino de oro. Medea aparece en este mito como la hija del rey de la Cólquida, ¿Cómo era representada en el arte griego y romano?
Medea, quien debería ser a ojos de Herodoto de similar aspecto a un egipcio
Representación de un etíope y de un griego, según el arte griego.
Sin embargo, el ejército egipcio nunca llegó tan lejos. La expansión máxima del imperio egipcio se dio en tiempos de Tutmosis III, y no hay ninguna prueba arqueológica de que llegara a las regiones citadas por Herodoto. Por tanto, el parecido físico y de costumbres que supuestamente existía entre los habitantes de la Cólquida (actual Georgia) y los egipcios no tiene una base histórica real, si bien nos indica cómo a ojos de un antiguo griego como era Herodoto había cierto parecido físico entre los egipcios y los antiguos habitantes de esta zona del este de Europa.
Mary Lefkowitz, profesora emérita de estudios clásicos en el Wellesley College (EE.UU.) y autora del libro "Not out of Africa" nos dice cómo se veían los griegos a sí mismos, a los egipcios y a los etíopes:
  • Los griegos se describían como personas de pelo entre castaño y negro, y piel clara a morena (light to dark).
  • Los etíopes son  descritos con narices chatas, pelo rizado, labios gruesos y piel negra (black skin).
  • Los egipcios, por su parte, son descritos como personas de piel morena (melanchroes, μελάγχρους, en griego), es decir, igual que algunos griegos. Su pelo es habitualmente rizado (oulotriches, en griego).
La confusión con el término melanchroes/μελάγχρουςha hecho que habitualmente en la traducción del siguiente pasaje de Herodoto los egipcios sean descritos como negros y no como de piel morena.
CIV. Así me expreso porque siempre he tenido la creencia de que los coleos (es decir, los habitantes de la Cólquida, la actual Georgia) no son más que egipcios, pensamiento que concebí antes que a ninguno lo oyera. Dio motivo a mis sospechas acerca del origen de los coleos el verlos negros de color y crespos de cabellos; pero no fiándome mucho en esta conjetura, puesto que otros pueblos hay además de los egipcios negros y crespos (nótese que no menciona a los etíopes aquí, probablemente porque Herodoto habla de gentes morenas, pero no negras) me fundaba mucho más en la observación de que las únicas naciones del globo que desde su origen se circuncidan son los coleos, egipcios y etíopes (sin embargo, aquí sí se los menciona).
Es decir, Herodoto cree que los egipcios y coleos estaban relacionados no tanto por su apariencia física, ya que él mismo dice que muchos más pueblos eran similares, sino por la costumbre de circuncidar a los hombres. Esta tradición era compartida también con los etíopes.
Safo de Lesbos. S. V a.C. Wikipedia
Sin embargo, no incluye a estos cuando habla de la apariencia física de egipcios y coleos, puesto que desde un principio Herodoto diferencia claramente entre etíopes y egipcios. Por tanto, debemos interpretar las palabras de Herodoto como que los egipcios eran morenos de piel, al igual que otros muchos pueblos, pero no negros como los etíopes.
Además, como nos dice Lefkowitz en su libro, en griego melaina (de donde viene melanina) puede describir simplemente el color moreno de las gentes mediterráneas. Esopo, autor de las fábulas que a más de uno nos ha tocado traducir alguna vez en nuestra vida, la poetisa Safo de Lesbos, o el propio Odiseo fueron también descritos con este término, μελάγχρους.
Para profundizar en el uso de este término en otros textos griegos, y en lo que dicen otros autores clásicos sobre los egipcios podéis ir aquí.
Bailarina egipcia, de cabello rizado
Nosotros vs. Ellos, ¿Cómo se veían a sí mismos los egipcios?
A través del arte y los textos egipcios podemos saber cómo se percibían a sí mismos, frente al resto de sus vecinos, o según la zona del país. 
Las tierras extranjeras de Siria y Kush, así como la tierra de Egipto, tú has puesto a cada hombre en su lugar [...]. Sus colores son diferentes, puesto que tú hiciste distintos a los extranjeros.   
Gran Himno a Atón
Los antiguos egipcios reconocían cuatro pueblos o etnias en el mundo, cada una con sus características físicas y vestimenta diferenciadas.
  • Egipcios: los garantes del Orden o Maat, frente al Caos que suponían el resto de tierras extranjeras. Los hombres se representaban de una tonalidad rojiza, mientras que la mujer presenta un color más claro, amarillento. Esto era la norma, pero podemos encontrar representaciones de personas de piel más oscura, y otras incluso blancas. Lo que ya nos indica que no había un único tipo de egipcio, físicamente hablando.
    Escriba del Museo de El Cairo. Foto: Isabel Cubas
  • Nubios: Vivían en la Alta Nubia (región entre la 2ª y 6ª catarata del Nilo), en la Baja Nubia (la zona entre Elefantina y la 2ª catarata), y en el desierto oriental, entre el Nilo y el mar Rojo. Sus rasgos estereotipados son los de un africano de piel negra, labios gruesos, lampiños, de pelo rizado y nariz chata, reconocibles para cualquier occidental.
    Nubio (izquierda) y miembros de la tribu Hamer de Etiopía (derecha)
  • Libios: pastores seminómadas que se organizaban en sociedades de jefatura, y se movían por las tierras al oeste del valle del Nilo. Su piel era clara, su cabello puede ser claro y pelirrojo, llevaban barba puntiaguda y plumas en la cabeza.
  • Asiáticos: Son representados también con una piel más clara que la de los egipcios, similar a la de los libios, y barbas frondosas. Sus ojos pueden ser claros.
Las cuatro etnias reconocidas por los egipcios: Egipcios, asiáticos, nubios y libios
Además, los egipcios también distinguían entre aquellos de ellos que habitaban al norte y aquellos que lo hacían al sur, ya que los que procedían de la zona septentrional estarían más en relación con los pueblos mediterráneos, mientras que los originarios del sur tendrían más carga genética de poblaciones négridas, como los nubios.
Para cualquiera que recorra el Egipto actual navegando el Nilo (en mi caso fue desde el sur, Asuán, hasta el norte) esto sigue siendo evidente. En Asuán, la antigua frontera con Nubia, las personas que vi eran de piel muy oscura, aunque sin llegar a tener rasgos negroides, mientras que a medida que íbamos hacia el norte la población iba siendo de piel más clara, y más similar a los habitantes de cualquier país del Mediterráneo.
El cuento de Sinuhé expresa muy claramente esa diferencia al describir cuán distinguibles eran los egipcios del norte de los del sur cuando cambiaban de ubicación geográfica <<[...]como se ve un hombre del Delta en Elefantina, un hombre de los cañaverales (norte) en Nubia>>. 
Gentes del valle del Nilo, J.M. Parra
¿Qué nos "dicen" las momias?
Intentar demostrar cuál era el aspecto físico concreto de toda una sociedad, y además a lo largo de miles de años, en un país situado geográficamente en un punto de contacto entre África, Oriente y el Mediterráneo, tal y como pretendía hacer Diop, no solo es imposible, sino también absurdo.
Sí se pueden analizar, no obstante, casos concretos, sin que ello indique en ningún caso que toda la población fuese así.
Empezando por Tutankhamón, su momia fue encontrada en 1922 en su tumba del Valle de los Reyes por Howard Carter. Mucho se ha estudiado el maltrecho cuerpo de este rey niño desde su descubrimiento. Los últimos estudios descubrieron, para sorpresa de muchos, que el haplogrupo al que pertenecía Tut está presente en un 50% de varones de Europa Occidental.
El centro de genealogía iGENEA, de Zurich, ha reconstruido el perfil de ADN del faraón [...]. Los resultados mostraron que Tutankhamón pertenecía a un perfil genético conocido como haplogrupo R1b1a2, al que pertenecen más de un 50% de los varones de Europa occidental, lo que indica que comparten un ancestro común [...]. "Creemos que el ancestro común vivía en el Cáucaso hace unos 9500 años".
El mundo
Este haplogrupo constituye menos de un 1% de los egipcios actuales. Lo cual nos lleva al estudio, según el cual, estos tienen poca relación genética con los antiguos egipcios.
Los egipcios actuales tienen un gran parentesco con los antiguos subsaharianos y una escasa relación con los habitantes del país en la época de los faraones, según un estudio realizado por un equipo de investigadores coordinado por el instituto Max Planck y la Universidad de Tubinga [...]. El segundo dato significativo es el parentesco de los egipcios actuales con los subsaharianos mientras que los habitantes del país en la época de los faraones estarían más cerca genéticamente de los antiguos habitantes de Oriente Medio.
Agencia EFE 
Reconstrucción del rostro de Tutankhamón
La momia del famoso faraón Ramsés II también ha llegado hasta nuestros días. En la década de los setenta fue enviada a Francia para ser restaurada, y se aprovechó para realizar estudios genéticos. Los científicos pudieron comprobar que, de joven, el rey había sido pelirrojo, y de mayor se teñía el cabello con henna. Además, se certificó que su piel habría sido blanca, del tipo africano bereber. 
Mucho se ha discutido sobre el porqué algunas momias egipcias presentan cabellos rubios o rojizos. La mayoría de las veces se cree que es el resultado del paso del tiempo y los productos usados para el proceso de momificación. Pero según la Dra. Janet Davey, del instituto de Medicina Forense de Victoria (Australia), en algunos casos ese habría sido realmente el color del cabello del individuo, según un estudio publicado en The Sidney mornig herald.
No diría que el antiguo Egipto fuese multicultural, como la Australia de hoy en día,  pero sin duda había mezclas diversas, explica Davey.
En la zona de Nubia este mestizaje fue común entre egipcios y nubios. Los estudios llevados a cabo en la ciudad de Tombos, capital del reino de Nubia, así lo indican.
Los análisis realizados a los restos humanos hallados en más de 20 tumbas sugieren que egipcios y nubios se relacionaban entre ellos y tuvieron descendencia. "Lo más significativo para nosotros es que la comunidad que desarrollaron fue cultural y biológicamente integradora", señala Michele Buzon, profesora de la universidad de Purdue (EE.UU.)
Enterramiento en Tombos. Fuente: El Mundo
En cuanto a las reivindicaciones del afrocentrismo sobre la mítica Cleopatra, aunque su momia no se ha encontrado aún, y quizás nunca se haga, sí sabemos que la última reina de Egipto perteneció a una familia de origen macedonio, los Ptolomeos. Esta dinastía, que gobernó Egipto durante trescientos años, llevó a raja tabla la idea de la unión entre hermanos. En caso de que algún rey Ptolomeo tuviera concubinas, estas serían en su gran mayoría de origen también griego. Por tanto, no hay ninguna evidencia de que Cleopatra pudiera tener sangre no griega y, por tanto, ser diferente de otros griegos, de cuyo aspecto físico ya se ha hablado más arriba.
Dibujo y busto de Cleopatra del Altes Museum. S. I a.C.
Ya en época romana tenemos otro ejemplo muy interesante. Se trata del retrato de tipo El Fayum de una mujer, que tiene la única inscripción realizada en demótico de los retratos de esta tipología. En ella se nos dice que la dueña del retrato es Irene, hija de Silvano, un romano, y Semtutis, una egipcia. Por tanto, es uno de los pocos casos conocidos de una mestiza. Su aspecto físico no difiere del de cualquier persona mediterránea.
Retrato de Irene. Museo de Stuttgart. 40-45 d.C.
El país de los faraones vio pasar por sus tierras a lo largo de su historia gentes de etnias variadas; algunos incluso llegaron a sentarse en el trono de Egipto. ¿Era, entonces, requisito indispensable para ser considerado egipcio tener una determinada apariencia física, o haber nacido en Egipto? Lo veremos en la siguiente y última entrada

Bibliografía y webgrafía:
-REDFORD, Donald B. (2005): De esclavo a faraón. Los faraones negros de la XXV dinastía. Ed. Crítica. España, Barcelona.
-ALDRED, Cyril. (2005): Los egipcios. Ed. Oberón. España, Madrid.
-PARRA, J.M. (2003): Gentes del valle del Nilo. Ed. Complutense. España, Madrid.
-BRESCIANI, Edda. (2001): A orillas del Nilo. Ed. Paidós. España, Barcelona.
-CIMMINO, F. (2002): Vida cotidiana de los egipcios. Ed. Edaf. España, Madrid.
-GONZÁLEZ-TABLAS NIETO, J. La interacción entre egipcios y nubios a finales del Reino Medio: del topos a la vida cotidiana. El futuro del pasado. 2011, nº 2, pp. 117-130.
-HORACIO GERVÁN, H. Introducción e integración de extranjeros en el Egipto del Reino Nuevo: una aproximación cuantitativa a los anales de Tutmosis III. Anuario de la Escuela de Historia virtual. 2014, nº 5, pp. 1-22.
-Martín Bernal, Atenea negra:
http://libroesoterico.com/biblioteca/HERMETISMO/Atenea%20Negra.pdf 
-Herodoto, Historiahttps://archive.org/details/ost-history-cu31924088051747/page/n10
-Mary Lefkowitz, Not out of Africahttps://archive.org/details/Not-Out-Of-Africa/page/n2
-https://www.youtube.com/watch?v=6oUr3Zrpj0k&t=1s
-https://www.youtube.com/watch?v=s37MMoRYKjE&t=7006s
-https://iwuzkang.wordpress.com/2018/10/07/ancient-greeks-description-of-the-ancient-egyptians/
-https://www.elmundo.es/ciencia/2016/05/29/573f018eca4741c6128b4641.html
-https://www.elmundo.es/elmundo/2011/08/01/ciencia/1312225554.html
-https://www.efe.com/efe/espana/sociedad/adn-de-momias-muestra-la-poca-relacion-los-egipcios-actuales-con-faraones/10004-3281752#
-https://www.smh.com.au/technology/some-ancient-egyptians-were-natural-blondes-20160426-gof9hn.html
-http://www.africanidad.com/2011/12/historia-wanafrika-antiguos-egipcios_7.html
-https://web.archive.org/web/20061205015526/http://chss.montclair.edu/english/furr/afrocent.html


lunes, 2 de septiembre de 2019

El mito del Egipto negro. 1ª parte: el afrocentrismo

Una pregunta que surge a menudo es la de cómo eran físicamente los antiguos egipcios.
Con cada estreno de una nueva película o serie ambientada en el antiguo país del Nilo, no faltan las personas que protestan porque se hayan elegido actores y actrices de una determinada apariencia física. Recientemente, incluso, hubo un intento de boicot a la exposición de Tutankhamón en París, por parte de un grupo de personas que reclamaban el origen africano del faraón (!).
Pero, ¿a qué se referían con esto? Para entenderlo, debemos conocer un término surgido entre los siglos XIX y XX: el afrocentrismo, originado por autores africanos después del fin de la esclavitud en EE.UU., y la decadencia del colonialismo.
Es en dicho país, donde los ciudadanos afroamericanos habían seguido sufriendo discriminación y segregación racial a pesar de que la esclavitud se había abolido en el siglo XIX, donde se iniciará la lucha por los derechos civiles, con personajes como Martin Luther King. En la década de los sesenta aflora de nuevo la idea del afrocentrismo, con autores como Josef Ben Yochannan, Cheik Anta Diop o Leonard Jeffries, y se crean programas de estudios afroamericanos en las universidades por primera vez.
Este movimiento político del afrocentrismo pretende reivindicar el papel de las civilizaciones negras africanas en la Historia, para así empoderar a las nuevas generaciones de jóvenes de etnia negra. Sus autores defienden que el eurocentrismo, es decir, la visión tradicional de la Historia desde un punto de vista europeo (y blanco), ha infravalorado, o directamente eliminado, la verdadera aportación de las culturas africanas (esto es, negras) a la Historia mundial.
Aunque la lucha por la igualdad entre las personas sin importar su color de piel, u otras características físicas, es algo totalmente legítimo y respetable, no lo es manipular la Historia a conveniencia de las ideas políticas de cada uno. La Historia es la que es. 
Digo esto porque uno de los errores en los que cae el afrocentrismo es identificar el continente africano con una sola etnia, la negra,  por lo que comete precisamente el mismo error del que acusa al eurocentrismo, ya que obvian deliberadamente la existencia de otras etnias del norte de África, que tienen el mismo derecho a llamarse africanos. Por tanto, ¿a qué se referían en la ya mencionada exposición con que se negaba  el origen africano de Tutankhamón? Obviamente, no se puede negar que alguien nacido en un  país africano sea africano. Por tanto, lo que esas personas reclamaban era que se estaba ocultando que Tutankhamón, y por extensión todos los antiguos egipcios, eran negros. 
Nefertiti representada como mujer negra. Autor:AshleyStraker.
Además, sostienen que existe todo un complot para ocultar no solo esto, sino otros logros que el hombre blanco les ha robado, como la invención de la filosofía, y que grandes personajes de la Historia como Sócrates, Cleopatra, Jesucristo o la emperatriz Josefina han sido "blanqueados", cuando en realidad eran de etnia negra.
El autor afrocentrista Dr. Yosef Ben-Jochannan llegó a afirmar que Aristóteles había robado sus conocimientos de la biblioteca de
Alejandría, a pesar de que ni estuvo nunca en Egipto, ni la biblioteca se había creado todavía para cuando Aristóteles murió.
La emperatriz, de origen criollo, Josefina Bonaparte. Wikipedia
De las culturas originarias de África, los afrocentristas se fijan principalmente en la antigua egipcia, casi ignorando las demás, ya que una de sus reivindicaciones más polémicas es la defensa a ultranza de que la civilización del antiguo Egipto fue en realidad negra y, por tanto, una especie de patria común de todos los negros del mundo. 
Otra característica del afrocentrismo es centrarse en Egipto. Al no prestar la misma atención a otras civilizaciones, como la nubia, los afrocentristas parecen estar juzgando las culturas africanas con estándares europeos.
Mary Lefkowitz, Not out of Africa 

Uno de los principales autores que contribuyó a crear este mito del Egipto negro, del que después se apropiaría el afrocentrismo, fue el historiador y físico senegalés Cheik Anta Diop, que en su tesis (1951) argumentaba que Egipto fue una cultura negra, hasta que fue invadida por diversos pueblos (hyksos, persas, griegos, etc.). Según sus estudios, el contenido en melanina de las momias egipcias podía ser comprobado y demostraría sus teorías, aunque sus detractores argumentaron que carecía de pruebas suficientes (recordemos que la civilización egipcia comprende más de tres mil años, por lo que para que su estudio fuese válido debería analizar una ingente cantidad de momias), además de que el deterioro del tiempo y los productos usados para el proceso de momificación contaminarían las pruebas, haciendo que este test de Diop no fuese válido. 
A pesar de ello, en "The african origin of civilization: Mith or reality" (1974), Diop seguía argumentando que existían pruebas tanto arqueológicas como antropológicas que apoyaban su visión de un Egipto negro. Se basó, además, en los escritos de autores griegos como Herodoto, que analizaremos más adelante.
Martín Bernal
Otra de las polémicas afirmaciones de los afrocentristas, valiéndose de lo expuesto por Martín Bernal en su obra "Atenea negra", es que los antiguos egipcios conquistaron y colonizaron Grecia, imponiendo sus conocimientos a los antiguos griegos; así, la civilización griega habría sido el resultado de esta invasión egipcia, y toda su cultura, filosofía, dioses, etc., tendrían un origen egipcio y no griego. Como, además, defienden que la civilización egipcia estaba constituida por negros africanos, el origen mismo de la cultura occidental tendría sus raíces en el África negra. Es decir, apoyan la existencia de una cultura superior y civilizadora de etnia negra, verdadera creadora de nuestra sociedad actual, basándose en teorías difusionistas propias del siglo XIX y principios del XX, ya obsoletas. La historiografía actual se basa en la capacidad de los pueblos para desarrollar de forma autóctona su cultura (agricultura, escritura, creencias, etc.), sin prejuicios de tipo racial. Por tanto, vemos que los afrocentristas de nuevo caen en los errores que achacan a su antagonista, el eurocentrismo.
En "Civilization and barbarism", el ya mencionado Diop va aún más allá y asume que mitos y personajes mitológicos fueron reales y de procedencia egipcia (negra): 
Incluso Atenas fue fundada por una colonia de egipcios negros liderados por Cecrops.
Sin embargo, no existe ninguna prueba arqueológica ni de ningún tipo que confirme esta supuesta conquista, mucho menos si tenemos en cuenta que el tal Cecrops, por ejemplo, ¡era mitad hombre, mitad serpiente! 
Las hipótesis de Bernal y de la conquista egipcia de Grecia fueron rechazadas por el resto de académicos, como Mary Lefkowitz en “Revisión de Atenea Negra”.
Cecrops
Por tanto, al igual que la pseudociencia y la pseudoarqueología, el afrocentrismo comete errores como:
  • El uso de teorías desfasadas, como la idea racista del difusionismo, que defiende la existencia de una o varias civilizaciones superiores que enseñan a otras, claramente inferiores e incapaces de desarrollar una cultura de manera autónoma. La idea de una "cultura madre" civilizadora e intelectualmente superior ha sido desmentida por la arqueología, ya que distintas culturas han nacido de forma independiente unas de otras en diferentes partes del mundo. Por ejemplo, hasta hace pocas décadas se pensaba que gentes procedentes de Mesopotamia habrían sido los maestros de los egipcios en cuanto a la escritura. Pero las excavaciones del recientemente fallecido Günter Dreyer en el cementerio de Abydos han demostrado que la escritura surgió de manera independiente en Egipto.
  • Menosprecian a los profesionales (egiptólogos, historiadores, arqueólogos, etc.), acusándoles de conspirar para ocultar "La Verdad", es decir, que los egipcios eran negros. Afirman que hay toda una conspiración para romper las narices de las estatuas (!), que demostrarían el verdadero aspecto de los egipcios. Esto, obviamente, no tiene ningún fundamento. Por otro lado, sin embargo, no dudan en apoyarse y defender como ciertas las teorías de un determinado autor (como Bernal), aunque no cuenten con las suficientes evidencias para confirmarlas.
    "Si no fuésemos africanos, ¿por qué me quitas mi nariz?". Fuente: Pinterest
  • Al igual que la pseudociencia, usan de manera descontextualizada e interesada, cuando no directamente manipulada o erróneamente, las supuestas evidencias que demuestran sus ideas. Además, menosprecian o directamente ignoran las evidencias arqueológicas que refutarían sus creencias.
    "Los historiadores blancos hacen como que los egipcios no son negros". Fuente: Pinterest
En este ejemplo, que podemos ver en pinterest, el autor usa imágenes fuera de contexto, como el hombre de la derecha, e incluso representaciones de nubios en el arte egipcio, haciéndolos pasar como egipcios (las imágenes de la izquierda), para demostrar el color de piel de estos. 
Pero, entonces, podríamos decir de la siguiente estatua que representaba a una mujer blanca
Amenirdis
Sin embargo, se trata de la princesa y Esposa del Dios Amenirdis, que vivió durante la XXV dinastía, la cual se compuso de faraones de origen nubio, es decir, negros. Por tanto, no podemos decir que porque esta mujer fuera representada en un material blanco, en vida ella también lo fuera. De igual manera, los labios gruesos y la nariz ancha tampoco son exclusivos de las personas negras.
La actriz estadounidense Scarlett Johansson
En conclusión, para poder saber cómo sería un antiguo egipcio debemos tener varias cosas en cuenta: en primer lugar qué nos dicen las fuentes históricas (textos, arqueología, y cuando sea posible el análisis de las momias), y en segundo lugar qué era ser egipcio. Lo veremos en la segunda parte.
Las universidades deben fomentar la libre consulta y el debate, y no permitir que la clase sea usada para adoctrinamiento político. Incluso más importante es nuestra obligación de enseñar Historia, Historia que pueda ser apoyada con pruebas garantizadas.

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