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viernes, 25 de enero de 2019

Reseña: "La hija del sol" de Nacho Ares

Buenas tardes, amigos del templo de Seshat. En esta nueva entrada del blog os traigo la reseña de una novela del egiptólogo y escritor  español Nacho Ares, La hija del sol. 
Sinopsis
Egipto, 1350 a.C. Con el fin de terminar con los privilegios de un clero corrupto, el faraón Akhenatón, apoyado por su hermana, la bella y sabia Isis, decide buscar otra capital para el reino e instaurar un nuevo culto al dios Atón.
Pero algunos sacerdotes no están dispuestos a aceptar de buen grado el fin de su poder y usan su rencor venenoso contra las personas más cercanas al monarca y a su esposa, la hermosa Nefertiti. A partir de entonces, las muertes en el entorno real se suceden, sembrando el caos en una corte cada vez más dividida y provocando una oleada de terror que solo alguien con la lucidez y el valor de Isis podrá detener.

Sobre el autor:
Nacho Ares nació en León en 1970 y es licenciado en Historia Antigua por la Universidad de Valladolid. También cursó estudios de Egiptología en la Universidad de Manchester. Es autor de varias novelas y libros de divulgación sobre el antiguo Egipto, además de colaborador del programa Cuarto Milenio y presentador del programa de radio Ser Historia.
Presentación de La hija del sol en Madrid, 2017
Opinión personal:
Mucho se ha escrito sobre el periodo más polémico del antiguo Egipto: la revolución religiosa del misterioso Akhenatón y su esposa, Nefertiti. La novedad que nos presenta Nacho Ares en su novela es que la trama no está protagonizada por ellos, sino por un personaje que, si bien es histórico, apenas ha dejado rastro arqueológico, Isis. Esta mujer fue hermana de Akhenatón, ya que fue hija del matrimonio formado por el faraón Amenhotep III y su Gran Esposa Real, Tiyi. Junto a otras de sus hermanas contrajo matrimonio con su progenitor, convirtiéndose también en reina.
Isis aparece junto a sus padres en esta colosal estatua del Museo de El Cairo
La novela comienza con la muerte del poderoso faraón Amenhotep III, quien gobernó un Egipto rico y próspero. Aunque según  recientes hallazgos arqueológicos puede que su reinado no fuera tan perfecto como se pensaba, ya que se han encontrado multitud de estatuas de la diosa Sekhmet pertenecientes a su época. Esto ha sido interpretado por los egiptólogos como un intento por aplacar a la diosa de la guerra y la medicina, que habría desatado una epidemia devastadora en la capital, Tebas.
Conocedor de estos hallazgos, Ares le da una gran importancia en la trama a esta epidemia de orígenes aún desconocidos, que algunos expertos creen que habría sido uno de los motivos que llevaron al faraón hereje a cambiar la ubicación de la capital de su reino.
Restos de estatuas de Sekhmet hallados en Luxor, de tiempos de Amenhotep III
La rivalidad entre el faraón y el poderosísimo clero de Amón en Tebas es evidente desde el primer momento, por lo que Isis apoyará a su hermano Akhenatón en sus planes revolucionarios para recortar drásticamente la influencia y los privilegios de los sacerdotes; sobre todo cuando el clero tebano, representado en la novela por dos ambiciosos sacerdotes, Merira y Djehuty,  intentan aprovechar los estragos de la plaga en su beneficio, para desprestigiar al nuevo faraón, que parece tener una especial predilección por el disco solar, Atón, en detrimento del todopoderoso Amón. Para ello no dudarán en asesinar a altos personajes de la administración y a todo aquel que no muestre una absoluta fidelidad a Amón.
Sin embargo, llevado no solo por sus deseos de frenar a los ambiciosos sacerdotes tebanos, sino por su verdadera devoción a Atón, el recién bautizado como Akhenatón traslada la capital a Amarna, después de una visión en la que el mismo dios se le aparece. El apoyo de Isis, su querida hermana, parece fundamental para el faraón en todas las importantes decisiones que va tomando a lo largo de su reinado. Esto, en mi opinión, es uno de los inconvenientes de la novela, ya que para darle mayor relevancia a la participación de esta casi desconocida Isis en la trama, se le quita importancia a otras dos importantes mujeres de este periodo, que sin duda debieron de participar en la "revolución de Amarna" más de lo que la novela nos deja ver: La reina Tiyi y la famosa Nefertiti.
Y es que como la arqueología está demostrando, el papel político y religioso de Nefertiti fue clave en estos años, lejos del papel que tradicionalmente se le había dado de ser solo una hermosa reina, en parte gracias, o por culpa, de su magnífico busto.
Esto se va haciendo más evidente a medida que avanza la novela. El faraón Akhenatón se va radicalizando en sus ideas, ya que piensa (no sin razón) que hay partidarios del antiguo dios Amón infiltrados entre la población de la nueva capital. Su deseo de controlar a estos traidores le llevará a ser más intransigente no ya solo con Amón, el prohibido, sino con los otros dioses también. Pero esto solo causará el rechazo de sus ciudadanos y el creciente anhelo de volver a la tradición. La pérdida de popularidad del faraón no solo entre sus súbditos, sino entre sus propios consejeros harán que, desde la sombra, la sabia Isis tenga que tomar decisiones fundamentales para la continuidad de la revolución atoniana y de su hermano en el trono, las cuales, en ocasiones, afectan directamente a la propia Nefertiti sin que esta ni siquiera diga nada. 
No obstante, la decadencia del "Horizonte de Atón" será cada vez más evidente, y ni siquiera Isis, experta en magia, podrá detener el desenlace que todos conocemos.
Reciente reconstrucción de la momia "Young lady", posible momia de Nefertiti
Nacho Ares nos trae en esta novela la historia de una mujer inteligente  y astuta que, aunque siempre permanece en un segundo plano, es responsable de importantes decisiones para el futuro de su familia y de la historia de Egipto. 
Para mi gusto, el principal defecto de la novela es ningunear a personajes históricos femeninos que realmente tuvieron un gran protagonismo en esta etapa para beneficiar el desarrollo de un personaje del que apenas se sabe su nombre y su título como reina de Amenhotep III. Por otra parte, como podría esperarse de un egiptólogo, la novela nos va narrando los hechos históricos reales que la mayoría conocemos, y nos aporta información sobre la vida cotidiana, la religión o la magia en el Egipto de Akhenatón.
Akhenatón y Nefertiti con sus hijas


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